sábado, 23 de diciembre de 2006

NO ENTIENDO A DIOS

Sólo alcanzo a ser religioso del mismo modo que lo era Einstein: en la medida en que desconocemos el principio de todo, me puedo definir como tal. Si a ese origen se le quiere llamar dios o big bang, es una cuestión que no me preocupa, pero no creo en un ente superconsciente y omnipotente que todo lo domina. Sin embargo, siempre me ha llamado la atención la figura de Jesús. Hay algo hipnótico en esa contumaz persistencia que le llevó a una muerte atroz e injusta. En mi memoria siempre han estado presentes esas palabras que pronunció antes de morir, y las recuerdo con frecuencia porque me resultan desconcertantes: "¿por qué me has abandonado?". ¿Qué quería decir con eso? Le he dado muchas vueltas durante mucho tiempo. Por qué, teniendo capacidad para modificar los acontecimientos, el padre abandona a su hijo a un sufrimiento tan atroz. Suele decirse que de esa forma Cristo expió los pecados del mundo. ¿Para exculparnos a todos? ¿Y quién es nadie para decidir sobre los pecados cometidos contra mí, o yo sobre los cometidos contra otros? ¿Qué derecho tiene nadie a perdonar en mi nombre? Es el dilema de Wisenthal: ¿cómo podía un judío de Auschwitz perdonar sus crímenes a un miembro de las SS y hacerlo en nombre del pueblo judío? También de aquellos que habían muerto bajo sus manos. No podía. No era justo. Nadie podía oír ya las opiniones de seis millones de personas. Wisenthal tan solo tenía derecho a perdonar aquello que a él le habían hecho. Y no lo hizo. Por eso no lo entiendo. No entiendo cómo se salva a la humanidad sacrificando a un humano.

Pero aún creo ver una contradicción que me preocupa más que lo anterior: el hombre goza de libre albedrío (algo que creo bastante discutible: aunque no soy determinista, sí creo que gran parte de nuestras acciones y decisiones están parcialmente condicionadas por el entorno), y ese libre albedrío le ha permitido crear una escala de valores que se va modifiando en el tiempo, pero que le permite orientarse en la medida en que se relaciona con sus congéneres, asume sus experiencias y tiene las suyas. Sin embargo, esa misma escala de valores (derivada de un don divino, por voluntad divina) no se nos permite aplicarla sobre dios mismo. ¿Por qué? Esas palabras del hijo, por más vueltas que les doy, siempre las leo como una acusación directa, una responsabilización de su situación, porque no actúa pudiendo hacerlo. No tiene impedimentos, puesto que es dios. ¿Qué le detenía para salvar a su propio hijo?
Si lo que buscaba era eliminar el mal del mundo, el tiro le salió por la culata, teniendo en cuenta quienes son los adalides del catolicismo en el mundo actual, vamos listos si son ellos los que tienen que propagar el mensaje de Jesús. De modo que como estratega, muy bueno no era. A no ser que el plan lleve su tiempo, en cuyo caso, ¿por qué he de aplaudirle? ¡Si es más lento que un funcionario de la administración española! Y desde qué escala de valores se juzga positivo un ente todopoderoso que permite la muerte salvaje de su hijo para expiar los pecados del resto. Es de un utilitarismo que me deja atónito.
Bertrand Russell recordaba que los conceptos de positivo y negativo son creados por dios, por lo que él está por encima de ellos. Pero sin positivo y negativo, sin coordenadas morales, ¿cómo utilizo el albedrío? ¿Cómo decido? ¿Debo entonces renunciar a aquello que dios me dio cuando me dirijo a él? ¿Debo renucnciar a aquello que me distingue del resto de seres que pueblan este planeta? ¿Debo dejar de ser humano para estar con dios, dejar de ser aquello por o que Jesús murió? Y si dejo a un lado mi humanidad, ¿quién me garantiza que no me abandonará como hizo con su hijo?

jueves, 21 de diciembre de 2006

CONMEMORACIONES QUE NO CONVIENE OLVIDAR

Dentro de pocos días,el 25 de Diciembre,conmemoramos dos acontecimientos.El nacimiento y la muerte de dos revolucionarios sociales pacifistas.
El primero,el nacimiento de JESUS DE NAZARETH,revolucionario peculiar donde los haya que,sin apenas levantar la voz,propuso la igualdad entre los hombres y el amor a un Dios único,creador de todas las cosas.Pasados 2000 años sus múltiples seguidores,apoyados en sus principios de FE,ESPERANZA y CARIDAD,mantienen viva su doctrina.
El segundo acontecimiento es la muerte,hace 43 años,de SAMUEL ROSENSTOCK,alias TRISTAN TZARA,lider y promotor junto a otros contemporáneos suyos de un movimiento revolucionario,el DADAISMO,que rechaza toda tradición anterior,sobre todo en la cultura occidental,cuestiona el orden social establecido y los conceptos de Arte y Cultura desde el Renacimiento.Es antidogmático y antieucarístico.Basa toda su fuerza en la libertad desenfrenada del indivíduo y en su espontaneidad.Si bien desde el punto de vista del "yo",como reafirmación,podría ser aceptable,desde el punto de vista social,del ser que vive con otros seres,es bastante imposible.De hecho,a sus 35 años fue abandonando un poco su doctrina radical e introduciéndose en corrientes surrealistas que antes había rechazado.
El conservadurismo que nos alcanza y envuelve con la edad y con la idea social de familia y estado proteccionistas,acaba por destrozar las ideas limpias de rechazo a la injusticia,de inconformismo,de radicalidad ante el orden social constituído,de nuestra juventud.La sociedad,con todos sus defectos,también con sus bondades,nos engulle poco a poco.
De vez en cuando aparece un iluminado que brilla sobre los demás,consigue despertar del letargo ese ánimo de revolución latente en un gran número de personas y logra (por la fuerza o por la palabra) que se realicen algunos cambios.Con los años todo vuelve a la normalidad viciada.Luego otra revolución.Más represión.Y,así contínuamente.
Está claro que la sociedad debería ser el espejo del hombre pero cada vez con más facilidad el hombre es reflejo de la sociedad.Conseguimos que se retrase nuestra decadencia física pero aceleramos nuestra decadencia del "yo".

EL DIA DE LAS ILUSIONES .............MATERIALES

No vamos a engañarnos y ser como los fariseos.En la sociedad occidental cuando llega el día de PAPA NÖEL,SANTA CLAUS,SAN NICOLAS,LOS REYES MAGOS,o como queramos llamarle según nuestro origen o condición,sólo estamos esperando recibir algún regalo material.Lo peor no es eso.Lo peor es que somos capaces de exigir éste o aquel regalo concreto.Con lo cual,todo aquello positivo de ilusión,de incertidumbre,de misterio (sobre todo para los niños) ,se pierde.La capacidad de asombro y de alegría (o decepción en algún caso) queda reducido a un "era lo que me esperaba" o incluso de reproche "te lo pedí de aquella marca,no me gusta el color",pierde su sentido.
Ya que vivimos enganchados a esta sociedad que nosotros mismos hemos creado,por lo menos mantengamos la ilusión intacta,la del que ofrece y la del que recibe y no miremos nada más que su valor simbólico.

domingo, 17 de diciembre de 2006

SCOOP

Ayer vi la última película de Woody Allen, y no me gustó nada. Dejando a un lado el hecho de que sólo me riera dos veces, me daa la sensación de que Allen anda más perdido que un pingüino en un desierto en cuanto sale de Nueva York. Se deja el talento en casa y se queda con sus ticks. Sólo con ellos. 'Scoop' está llena de referencias a otras películas, pero se queda en eso, en meras referencias: la bodega de 'Encadenados', la música de 'M: el vampiro de Düsseldorf' y el final de 'Un lugar bajo el sol'. Y esta última referencia parece haberse convertido en una nueva obsesión, porque su anterior trabajo, 'Match point', y a pesar de que muchos la hayan ensalzado, es un plagio, con todas las letras, de la obra de George Stevens. Lo único es que, y como era de suponer teniendo en cuenta el cinismo del director neoyorquino respecto de la justicia ('Delitos y faltas'), al final el asesino no paga por su crimen. Por lo demás, una copia palmo a palmo.
Pero estábamos con Scoop. No pienso destripar la peli, y cierto es que hay gente a quien le ha gustado, pero yo me he aburrido desde el primer plano hasta el último. Su personaje es como el que hacía en 'Broadway Danny Rose' pero sin gracia, con incoherencias como por ejemplo ser un mal mago al principio y luego no, lo cual le hace desperdiciar oportunidades para crear escenas divertidas. A Scarlett Johansson parece que le haya ebtrado parkinson, y sus cambios emocionales son repentinos, por lo que cuesta identificarse con la prota, además de que resulta lamentable que este hombre haya recurrido al tópico de la universitaria un poco pardilla y con gafotas para describir a un personaje. No hay tensión porque no se establecen las premisas necesarias. Hitchcock decía que hay que ver la bomba antes de que estalle para que la conversación que tiene lugar mienras el reloj va contando resulte angustiosa para el espectador. Y eso es justo lo que no hace Allen. ¿Por qué no alarga el incidente durante la fiesta, cuando se quedan encerrados?
La resolución del caso es de cuento de bebé, forzada e inexplicable. Los que la hayáis visto, ¿por qué deja la llave del apartamento donde la deja? ¿El tipo es subnormal o qué le pasa?
En definitiva, que me da mucha rabia decirlo porque tiene películas fabulosas, pero si esa película en lugar de firmarla Woody Allen la hubiera firmado Perico el de los Palotes, dudo mucho que se hubiera llegado a estrenar. Tan solo espero que vuelva pronto a Nueva York y le de por contar historias de la pomposa intelectualidad americana.

sábado, 16 de diciembre de 2006

SENCILLO, NO SIMPLE

No he debido explicarme bien. Tienes toda la razón al mencionar la novela de García Márquez como un ejemplo de forma. Es uno de los libros que más me gustan, y cada vez que pienso en él me entra vértigo: ¿¡cómo se puede mantener ese nivel de espectación contando el final de antemano!? De vez en cuando uno se topa con uno de estos libros que te bloquean, te hacen preguntarte: ¿y para qué voy a escribir yo, si nunca voy a ser capaz de hacer algo así? Claro que entonces no haríamos nada, pero 'Crónica de una muerte anunciada' me provocó esa sensación. Por supuesto que la forma es importante en todo arte. Quizás mi comentario debía haberlo matizado más. Me refiero a la cantidad ingente de escritores que edulcoran aquello que escriben disfrazándolo con elementos que van más en la dirección de remarcar lo grande que es el autor, o lo inteligente que es que al desarrollar la historia. La historia para mí no es sólo su contenido, también es su forma. En términos cinematográficos me explico mejor: comparemos a Orson Welles con John Huston. Ambos considerados como grandes directores, con películas absolutamente memorables. Sin embargo el primero ha destacado más debido a las innovaciones formales. 'Sed de mal' arranca con una impresionante grúa que conduce al espectador a través de una aduana hasta un maletero de un coche que estalla. Técnicamene una maravilla, pero yo lo discuto más a nivel narrativo. Es cierto que cuenta lo que quiere contar, pero el problema es que estoy tan pendiente de cómo es el plano, de lo bonito que es, que me olvido de qué me cuenta. No me atrapa. En 'Macbeth' sucede lo mismo, con esos impresionantes contraluces, o las sombras que persiguen a Welles en planos imposibles (sacados de Eisenstein). Pero me quedo tan obnubilado ante esas composiciones, pensando "¡qué plano tan bonito!", que me saca de la historia y no me emocionan, no me golpean. Por eso, salvo 'El cuarto mandamiento', las películas de Welles me parecen emocionalemnte huecas.
Sin embargo, con John Huston me sucede todo lo contrario: desde el primer plano de cada una de sus pelícuas (salvo alguna pifia que otra, que las tiene) me atrapa la fuerza de sus personajes, que siempre están movidos por pasiones concretas, sencillas y perfectamente identificables, por más que luego puedan complicarse las tramas. Me siento y casi no parpadeo hasta que terminan 'Cayo largo', 'El halcón maltés', 'El hombre que pudo reiner' o su legado póstumo, la peli que me llevaría a una isla desierta, 'Dublineses'. En muchas ocasiones he intentado fijarme en cómo estaban rodadas, cómo etaban montadas, y rara vez lo he conseguido. Y sin embargo cada uno de sus planos es tan maravilloso como cualquiera de los de Welles. ¿Qué pasa entonces? ¿Cuál es la diferencia? La concepción. Mientras Welles pretende contar algo con el lenguaje, con la gramática, algo que sus personajes no son capaces de expresar por sí mismos, Huston pone ese lenguaje al servicio de los personajes, son ellos, sus decisiones, cada una de sus elecciones las que nos cuentan cómo son, sin necesidad de grandilocuencias que provocan un alejamiento emocional y obligan a interpretar cada angulación como un signo que describe de forma intelectual una emoción. Por eso Hitchcock dice que se equivocó al rodar 'La soga' en un solo plano (por cierto, no es uno, son diez). Porque puso la historia al servicio del lenguaje y no el lenguaje al servicio de la historia, con lo que perdió fuerza, capacidad de insinuación, de manipulación, que al fin y al cabo, era lo que le gustaba y lo que sabía hacer mejor.
Trasladar eso a la literatura es complicado. En la novela de Peter Viertel 'Cazador blanco, corazón negro', cuando Pete está leyendeo el diálogo de una secuencia para el director, John Wilson, éste le dice que está complicándola, que el arte es grande cuando es sencillo. "¡El arte no tiene reglas!" responde él de forma airada. "¡Por supuesto que las tiene! Hay miles de ellas, y la sencillez es la primera. Tolstoi, Hemmingway, Faulkner, ... todos ellos lo comprendieron. La sencillez les hizo grandes". Bien, ese John Wilson es en realidad John Huston, y Pete es Peter Viertel. La secuencia era de 'La reina de África'. Esa es la sencillez que me parece difícil de encontrar, las que motivan a los personajes. Sus vidas pueden ser todo lo complicadas que se quiera, pero las pasiones son simples: amor, odio, deseo, codicia... Cuando el lenguaje interfiere para convertirse en protagonista suele, no siempre, pero suele ser para ocultar vacíos. "Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto". ¿Se necesita más? No hay florituras, no hay nada que despiste, es un golpe al estómago sencillo y directo, y esa sencillez hace que este sea, al menos para mí, el mejor arranque yo he leído jamás. Las florituras suelen servir para ocultar lo que es simple, plano.

jueves, 14 de diciembre de 2006

TRAVESURAS DE LA NIÑA MALA

Autor: MARIO VARGAS LLOSA (peruano)
Editorial: ALFAGUARA
Vargas Llosa nos narra en este libro una historia de amor.Amor sin romanticismo.Amor descarnado que vivirá su protagonista, desde la adolescencia,por una mujer que aparecerá y desaparecerá de su vida,constantemente,cuando menos se lo espere.Porque la vida que él está dispuesto a ofrecerle,tranquila,conformista,sin gran ambición,no es la que ella está dispuesta a aceptar.
La obra está bien estructurada.Su acción se desarrolla durante la segunda mitad del siglo XX y nos hace viajar,a través de la correspondencia que el protagonista,Ricardo,mantiene con su tío Ataúlfo,por un Perú convulso por la ineptitud de sus dirigentes,por las acciones guerrilleras de Túpac Amaru y Sendero Luminoso,por el golpe de estado militar,por los subsiguientes gobiernos democráticos que no mejoraban el avance económico y social del país.También nos desliza por el París de los 60 donde reside su protagonista (traductor e intérprete donde se le requiere);nos introduce en los albores del movimiento hippie londinense de los 70;y nos traslada a un mundo pervertido japonés de las grandes finanzas de los 80;incluso nos retrata un poco la movida madrileña de aquellos años.Por todos estos lugares se mueven los personajes de esta novela.
Eliminando las "huachaferías" que Ricardo,el "pichirruchi",el "cacaseno",el enamorado hasta la médula Ricardo,le dice a Lily,Arlette,Mme.Arnoux,Mrs.Richardson,Kuriko,(realmente su padre nos cuenta que se lama Otilia,pero procurad que no se entere que nos lo ha dicho),el libro se lee con gran facilidad e interés y sin los dramatismos de las novelas del XIX.
Su calificación: 7

LOS TIMADORES

Jim Thompson es el responsable de una de las novelas que más me gustan, "1.280 almas". Más tarde me enteré que también firmaba el guión de dos de mis películas favoritas: "Atraco perfecto" y "Senderos de gloria".
Desde que empecé a escribir me percaté de lo difícil que resulta librarse de las florituras gramaticales. Como en el cine, nada es más complejo que encontrar la sencillez, procurar que el espectador olvide que se encuentra frente a un relato articulado y compuesto de forma consciente por alguien. En montaje, con frecuencia, es más difícil decidir aguantar el plano que pegar un corte y cambiar de ángulo. Y hacerlo sin que el espectador se percate, más todavía. Por eso cada día disfruto más con el cine clásico, donde la premisa principal era, precismente, no sacar al espectador de la película, y en torno a eso se configuraron una gran cantidad de reglas que han dado como resultado el lenguaje cinematográfico que conocemos hoy.
Con la literatura suele pasarme algo parecido. No quiere decir eso que no sea capaz de disfrutar con un Joyce, pero por lo general, cuando me asomo a una novela espero que me cuenten una historia, espero que me atrape y que me impida despegar los ojos del papel, y que no me haga detenerme en cada párrafo para contemplar el extremo dominio del lenguaje que tiene su autor. Me parece extremadamente difícil, y requiere mucha humildad. Por eso, entre otras muchas cosas, me gustó tanto "1.280 almas". Y por eso he querido leer algo más de este autor.
"Los timadores" es una novela de personajes con doble fondo. Personajes solitarios que anhelan sin saberlo dejar de estar tan solos. Ni hay una acción trepidante, ni hay una aventura alocada. Se trata de una descripción descarnada de las extrañas relaciones de los personajes cínicos que, por lo que he podido comprobar, pueblan las novelas de Thompson. Una visión ácida y pesimista sobre la naturaleza humana, o mejor dicho, la mentalidad americana. La verdad no prospera, y el amor se infecta y corrompe con el tiempo hasta convertirse en una masa pútrida que desdora los sueños de cada personaje. Negro como el carbón, o como dice Mercé, "como un buen blues".
Sin embargo no creo que esta sea una novela redonda. Hay alguna que otra línea argumental que se pierde levemente, y quizás las diatribas del protagonista no están suficientemente trabadas. Aún así, es francamente entretenida, y los personajes tienen la suficiente fuerza como para mantenerte sentado hasta la última página. Si bien creo que no llega a la ya citada "1.280 almas", "Los timadores" es una novela perfecta para una tarde de domingo. Por mi parte, seguiré leyendo más obras de este autor.

LIBRO: THOMPSON, Jim, "Los timadores", Ed. El Aleph, Barcelona, 2005.

martes, 5 de diciembre de 2006

WAITING FOR WAITS

Los que compréis El País el domingo habréis leído que Tom Waits acaba de sacar un triple disco. A mí me fascina. La primera vez que escuché algo de este músico fue viendo 'Corazonada', una de las varias obras maestras de Coppola, y uno de los mejores musicales que he visto. No sabía nada de quién podía ser esa voz cálida y rasgada a partes iguales que iluminaba esta película repleta de neones y alcohol. Yo no bebo, pero cada vez que escucho esa música me entran unas ganas de prepararme un güisqui...
No volví a saber de él. Todavía no tenía internet y tardaría varios años en llegar. Recuerdo que vi 'Corazonada' (One from the heart) cuando todavía vivía en la calle Torrente, y ni siquiera conseguí averiguar cómo se llamaba ese extraño cantante.
Pasó el tiempo y casi me olvidé de él, hasta que varios años más tarde me quedé embobado viendo otra película. Esta vez era de un canadiense llamado Jean-Claude Lauzon. Era 'Leolo', una película que me influyó como pocas lo han hecho. Y allí estaba él de nuevo, cantando 'Cold ground' y esa increíble 'Temptation', mil veces versioneaada. Y como si de una conjura planetaria se tratase, mi profesor de Historia del Arte lo mencionó al día siguiente en clase: resulta que era el músico favorito de uno de los mejores profesores que he tenido. ¡Tenía que ser una señal! Así que no tuve más remedio. Lo busqué y, tras preguntar a amigos y compañeros -mi presupuesto entonces era más limitado que ahora, que ya es decir-, finalmente lo hallé. Desde entonces mantenemos una relación de amor y odio: yo lo adoro y venero como a un dios viviente y él me desprecia, otorgándome el beneplácito de su voz cada dos años, si llega. Y entonces me regocijo y tiemblo como un adolescente ante su amor, sabiendo que ese momento fugaz de felicidad inmensa se desvanecerá pronto, cuando concluya el último tema del disco. Luego, tras la primera escucha, ese ardor devendrá en una devoción serena en busca de cada recoveco de su voz, cada giro, cada silencio. Y finalmente volverá el ansia poor escuchar más, porque su voz vuelva a sonar nueva, dura y tierna, rabiosa y suave.
Pero hoy esto contento, porque esta vez son tres los discos que publica. Estoy contento porque ese ardor durará más. Y no pienso en el final.

lunes, 4 de diciembre de 2006

BROOKLYN FOLLIES

Autor: PAUL AUSTER (estadounidense)
Editorial: ANAGRAMA
En los personajes que descibe Auster no sólo aparece su aspecto físico,su corteza exterior,sino sus interioridades,su circunstancia.Pueden parecerte más o menos creíbles (que lo son),pero es indudable que los dota de humanidad.Los sientes.Te pueden hacer reir,te pueden hacer llorar,pero no permaneces indiferente.Y,todo eso,sin contarte historias extraordinarias.Sólo desenvolviéndolos en lo cotidiano.La fluidez de sus relatos te obliga a leer sin pausa,aún a sabiendas que no vas a descubrir ningún secreto,porque las situaciones se entrelazan y se suceden con naturalidad.Su lenguaje es sencillo,sin circunloquios.Podrías continuar leyendo sin parar,deseando que no terminara el libro.
Lo que realmente cuenta este libro es la historia de un vendedor de seguros,jubilado prematuramente a causa de un cáncer de pulmón que parece haber superado,recientemente divorciado porque ha fracasado como esposo y como padre,que decide vender todo cuanto posee y regresar a Brooklyn,donde nació y vivió en su niñez,alquilar un apartamento y vivir allí lo que quede de su infausta existencia.Pero las nuevas relaciones que le van surgiendo le hacen darse cuenta que no ha ido allí a morir en soledad,sino a empezar una nueva vida.Y..........
Me encanta Auster.Todo lo que he leído de él me ha gustado.Le doy un 8 como mínimo.