jueves, 23 de agosto de 2007

BRICK

Hace ya unos años que dejé de leer revistas de cine. Durante mi estancia en la escuela de Madrid acabé hastiado por las eternas conversaciones cuyo único eje solía ser el cine. De esta forma de vez en cuando me sorprendo gratamente con alguna película de la que poco o nada he oído hablar. Ese es el caso de 'Brick'. Se trata de un film construído según los cánones más clásicos del cine negro: el antihéroe alejado de una sociedad corrupta que se ve obligado a rebuscar entre los escombros debido a la desaparición de su gran amor, y que se ve envuelto en una sórdida trama donde los hilos de aquellos que se presentan como enemigos mortales resultan, finalmente, estar manejados por una turbadora dama de curvas peligrosas. Para resolver el enigma no tendrá más remedio que remover el fango a la espera de que las pistas afloren, con alguna que otra paliza de propina. El desenlace, a pesar de la victoria, siempre es amargo, y suele devolver al héroe a las profundidades del aislamiento social.
Hasta aquí todo normal. Pero lo más sorprendente es que la historia está ambientada en un instituo americano, con protagonistas estudiantes, más preocupados por lucir palmito, embutidos en ropas hip-hop mientras las animadoras corean a los héroes del equipo de futbol. Pero esa no es más que la superficie. Asesinatos, traficantes, drogas... todo se mezcla en este submundo de férreos intereses personales.
Si bien es cierto que hay algua que otra pequeña cosa que no me acaba de gustar (creo que el montaje de alguna que otra secuencia resulta un poco pobre), la película en su conjunto me parece estupenda. La historia atrapa desde el primer minuto, está francamente bien construída. Es como si Humprey Bogart se hubiera reencarnado en este magnífico actor, Joseph Gordon-Levitt (al que algunos conoceréis por la serie 'Cosas de marcianos') y se hubiera imbuído de nuevo en una de esas historias de Raymond Chandler, donde los diálogos parecen duelos de agudo ingenio y el futuro se asoma tan negro como la misma muerte. Tenía muchas ganas de ver una buena película de cine negro y no me decepcionó en modo alguno. El guión está la altura de 'El sueño eterno' o de 'El halcón maltés'. No me extraña que ganara en Sundance. Por cierto, no sé muy bien por qué, pero siempre que veo a Joseph Gordon-Levitt me acuerdo del primo Nacho. Tal vez porque cuando ambos sonríen parece que sus ojos se pierdan, como si se escondieran.

PELÍCULA: 'BRICK' (Rian Johnson, 2005)

No hay comentarios: