viernes, 13 de abril de 2007

I WRITE WHAT I LIKE

En 1994 las leyes que establecían la exclusión y marginacion racial en Sudáfrica fueron derogadas. El movimiento Conciencia Negra generado a partir de los estamentos estudiantiles fue clave para destruir el sentimiento de inferioridad que los años de marginación y opresión habían generado en miles de negros. Hasta la palabra 'negro' había adquirido (y en la actualidad sigue siendo así) tintes peyorativos. Steve Biko fue quizás el mayor exponente y el padre teórico de ese movimiento.
Por eso lo mataron. Golpe tras golpe. Hueso tras hueso. Hasta que su cuerpo roto dejó de vivir. Y allí, tirado en el suelo, desnudo, con la carne hinchada por la brutal paliza que la policía sudafricana le infligió, lo dejaron. Un 'doctor' detrminó la causa de su muerte. Fallo cerebral. Aquel amasijo de carne que una vez pensó había muerto porque se le había parado el cerebro. Ni más ni menos. Y así destruyeron una de las mentes más lúcidas del país.
Este es un compendio de los escritos más importantes de Biko. En contra de lo que uno pudiera pensar -dada la situación tan terriblemente injusta que vivió-, las palabras de Biko son siempre comedidas. Intensas y sólidas porque la razón estaba de su parte, pero nunca violentas. Por eso se volvió peligroso.
Creo que éste es uno de esos libros a los que alguna vez me he referido. Conviene leer a esta gente, para no olvidar. Porque si bien las leyes sudafricanas ya no son segregacionistas, la situación del país no ha dejado de ser lamentable. Las diferencias subsisten en forma de enormes desequilibrios económicos. Los blancos siguen detentando el poder, pero de una forma mucho más sibilina. Ya no les hace falta esplicitarlo. El dinero hace el trabajo. Por eso no hay que olvidar.

BIKO, Steve, 'I write what I like', Picador Africa, Johannesburg, 2004.

2 comentarios:

rafa dijo...

Está bien recordar la Historia y aprender de ella,pero más que recordar hechos que puedan generar odio y enfrentamientos entre personas de generaciones ajenas a sucesos del pasado creo yo que siempre será mejor luchar contra las injusticias reales del presente.

Kurro dijo...

¿Quién dice que esto sea el pasado? Quizás las discriminaciones adopten formas menos reconocibles porque se integran dentro del propio sistema, contra el que poca cosa puede hacerse (o eso dicen). Por eso resulta más complejo reconocer esas desigualdades y adoptar soluciones, porque requieren modificaciones estructurales más profundas que las que entran en conflicto directo con lo que globalmente puede ser reconocido como 'justo'.