lunes, 19 de febrero de 2007

UNA SEMANA.TRES MUERTES

El sextante indica que nuestra posición es correcta.Seguimos navegando firmes hacia el Mar de la Utopía.Para esta travesía hemos fletado la goleta "Postrera",construída con robusto maderamen,sólida pero rápida y ágil en sus maniobras debido a su gran superficie vélica,capaz de llevarnos hasta el objetivo marcado en las cartas de navegación sin menoscabo de nuestro ánimo.En sus bodegas hemos estibado toda la carga necesaria de ilusiones y sentimientos,nuestras ideas del amor y de la belleza,de la amistad y del compromiso.Por tripulación hemos enrolado a todos nuestros seres queridos y ¡allá vamos! con los recuerdos de vivencias pasadas,atravesando el océano de la calma,navegando a bolina hacia nuestro ineludible destino.Cuánto tiempo nos llevará la travesía no lo sabemos,pero sí estamos seguros que no habrá marcha atrás.Más pronto o más tarde alcanzaremos nuestro objetivo y recuperaremos la libertad.
En lontananza se adivina el preludio de tempestad.El mar empieza a encresparse,el cielo se encapota por momentos y las nubes,al entrechocar unas con otras,ofrecen una sinfonía de estruendosos sonidos unida a un espectáculo de luces unicolor y apocalíptico.San Telmo se manifiesta en la arboladura.El viento sopla con violencia,la nave cabecea,escorando peligrosamente a babor y,con rapidez,disminuimos el velamen rizando las de trinquete,sin calar los masteleros,aferrando los juanetes con los tensores a tope.Cerramos escotillas.Las cuadernas crujen pero la carena aguanta.Son horas interminables que,expectantes,con gran tensión,esperamos que lleguen a término.
Pasado el temporal largamos de nuevo el trinquete y,con el timón a la orza,nos ponemos a la capa para largar luego la mesana,la gavia y el velacho.Hacemos recuento de daños y observamos con gran pesar que uno de nuestros tripulantes,mujer de apenas cuarenta y tantos años,ha perdido la vida.Era imagen de felicidad constante,de alegría,de decisión,de amistad sin esperar nada a cambio,acoplándose a su entorno en perfecta armonía,sumamente querida por familiares,amigos y compañeros.Adiós amiga.Tu travesía ha terminado.Sólo puedo desear (como posiblemente desearían los antepasados de nuestra Vanessa Nagy) que el Gran Manitú te acompañe al Paraíso de las Cazas Eternas.Tu espíritu vuela libre por el éter acompañándonos en nuestro viaje y permaneciendo incondicional en nuestro recuerdo.
En el cuaderno de bitácora queda constancia del hecho luctuoso y también de la parada que hemos realizado en la isla de la Redención fondeando a socaire del malecón para reparar la gavia del mastelero mayor y hacer el avituallamiento de reposición necesario.Con dolor hemos constatado la pérdida de las madres de dos miembros de la tripulación a las que hemos honrado como convenía.Ellas,al igual que los ríos de Jorge Manrique ,han alcanzado su mar.
En los primeros albores del día,sin todavía asomar el sol por el horizonte,entalingamos el ancla y la levamos por el escobén,ponemos la goleta en franquía y nos hacemos de nuevo a la mar,dejando atrás los espolones del puerto que nos han servido de abrigo al embate de las olas.Los acantilados de la costa se muestran majestuosos.Algunos faluchos y gabarras locales comienzan su faenar diario.Nuestro viaje prosigue dejando atrás una estela de espuma amarga.

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