sábado, 15 de septiembre de 2007

PERORATA DEL APESTADO

Autor: GESUALDO BUFALINO 1920 - 1996 (Italiano)
Editorial: ANAGRAMA,S.A.

Gesualdo Bufalino no se da a conocer como escritor hasta pasados más de sesenta años de su nacimiento, ya jubilado, sorprendiendo a todos con esta "Perorata del apestado" con la que recibió numerosos premios y lo situó en la primera linea de la narrativa de su país.
Literatura de muy alta calidad al alcance de unos pocos privilegiados que, basándose en sus propios recuerdos, pero sin personalizarlos demasiado, ejerciendo como narrador, pero sin pretender ser autobiográfico, nos cuenta etapas de una vida anterior a la de profesor de instituto en Sicilia, donde ejerció durante más de treinta años.
La acción transcurre en 1946, ya terminada la guerra, en un sanatorio para tuberculosos en la Conca D'oro, al sur de Italia, cárcel con pena de muerte para la mayoría, cárcel con libertad condicional para los pocos afortunados que puedan sobrevivir. Carentes de penicilina, los enfermos, con su enfermedad prácticamente incurable, ven pasar los días, como dice el narrador "...con su ración indefectible de escarnio y dolor, reafirmando el esperado deshaucio de la vida que no tiene apelación posible...".
El autor conjuga fábula y memoria (él padeció la enfermedad y estuvo hospitalizado) con un lenguaje barroco, hiperbólico, continente de una carga poética, sin desmesura lírica, con el que se da pábulo a la presencia de la muerte que se acerca tomando la forma de los bacilos de Koch y va acabando poco a poco con algunos de los personajes. Personajes que van desfilando, nebulosos, con su carga vital de sueños truncados y esperanzas fútiles de pasados no muy lejanos, mientras el sentimiento de la muerte se les acerca, entre toses convulsivas y esputos de sangre. En medio de esta desesperanza surge un amor, el del protagonista-narrador por una de las pacientes. Un amor condenado de antemano,pero sin dramatismo provocador de la lágrima fácil.
Gesualdo Bufalino ha sido para mí como un remanso de placer en el río de las corrientes literarias actuales. Calidad literaria perdida en el tiempo, seguramente de difícil recuperación, precisamente por el uso de un lenguaje arcaico, ya olvidado, recluído en el pasado y, sin embargo, esplendoroso, que hace recrearse en la lectura sin importar demasiado el avance de la trama, por otra parte, en este caso, fácilmente deducible y sin sorpresas.

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