miércoles, 21 de marzo de 2007

TRATADO TEOLOGICO-POLITICO

Como te dije, Morgan, tenía pendiente a Spinoza. Después de haberlo leído, no estoy del todo seguro de que Eintein creyera en el mismo dios que él. Me da la sensación de que el físico se refería más a una cuestión semántica que religiosa, en el sentido de que aceptaba que hubiera quien denominase 'Dios' a ese origen desconocido. Hasta ahí más o menos sí podrían estar de acuerdo. Sin embargo me ha parecido que Spinoza denotaba en algún momento cierta arbitrariedad, en cuanto que pone en solfa determinados 'hechos bíblicos' y otros no, de manera que sí otorga una consciencia a ese ente creador de todo, y acepta que, si bien a través de la imaginación de los hombres, sea ese mismo Dios quien dicte normas y establezca destinos irrenunciables para los hombres. Me daba la sensación de que, si bien describía un dios como una esencia de la que todo forma parte (eso me ha gustado mucho), cuyas leyes son las de la naturaleza, creo que no logra desprenderse por completo de su anterior composición religiosa y eso le induce a cierto maniqueísmo. Aunque claro, también puede ser que yo no esté siendo objetivo. De todos modos me ha parecido muy interesante.

LIBRO: SPINOZA, Baruch, 'Tratado teológico-político', RBA, Barcelona, 2002.

1 comentario:

rafa dijo...

Pensar que una sola gota de agua contiene más de mil trillones de átomos estremece.
Qué fácil es hoy interpretar el encadenamiento de los átomos para la formación de las sustancias y los cuerpos.Incluso puede llegar a comprenderse que la unión de protones,neutrones y electrones den lugar a la formación del átomo.Pero qué difícil es imaginar que esas cargas positivas,negativas y neutras,la santísima trinidad de la ciencia,surgieran "per se" y se combinaran de tal manera que dieran origen a un orden universal tan armónico e inalcanzable a nuestro entendimiento.Y,aunque esto fuéramos capaces de entenderlo,quedaría por explicar la parte no física,la de las ideas,la de los sentimientos,que,aunque el cerebro sea capaz de desarrollarlos,no son fruto del aprendizaje,ni de la costumbre,ni de la ética que coordina nuestra convivencia.
Einstein trabajó durante treinta años de su vida en busca de una única ecuación que resumiera la teoría del todo.Para mí Dios es esa ecuación del todo,imposible de plantear sin ser Dios mismo.