Autor: ILDEFONSO FALCONES
Editorial: GRIJALBO (Grupo editorial Random House Mondadori,S.L.)
El autor,documentándose en las "Crónicas de Pedro III","Lo crestiá" del monje Francesc de Eximenis y otros textos históricos nos introduce en la Cataluña y más concretamente en la Barcelona del siglo XIV con una historia de ficción algo folletinesca de amores,devociones,odios,venganzas y humillaciones enmarcada dentro de otra historia real donde se entremezclan costumbres,leyes y formas de vida de la sociedad de esa época.El papel que desempeñaban los judíos,el desarrollo del comercio,los intereses de la Iglesia,los gremios,la actuación de la Inquisición,las guerras por intereses territoriales y políticos,el poder de la nobleza sobre los siervos,la peste.Toda la trama fluye paralela a la construcción de un nuevo templo.Una iglesia,del que se llamará gótico catalán que se caracteriza por una mayor amplitud y luminosidad:Santa María del Mar,cuyas obras comienzan el 25 de Marzo de 1329 y la primera misa oficial se celebra el 15 de Agosto de 1384.La historia del protagonista irá indeleblemente unida a ella y a su advocación mariana porque la imagen tallada en piedra que da nombre al templo es para él la madre a quien no ha conocido nunca a la que confía todas sus inquietudes.
La historia real y la ficción están muy bien amalgamadas por lo que la lectura, con un lenguaje sencillo, se hace fácil y resulta interesante.
Se la ha querido comparar con "Los pilares de la Tierra" de Ken Follet pero yo no creo que sea para tanto.
Mi valoración:7
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2 comentarios:
Mi padre me comentó esta novela. Venía a decir más menos lo mismo que tú: que le había gustado pero que, efectivamente, no resistía la comparación con la de Follet. Creo que quiere aprovechar la boda de Nuria para ir a ver la catedral. Yo también quiero leerla. Siempre es más divertido visitar lugares cuando sabes algo de ellos.
Si la ocasión lo permite a mí también me gustaría ir a verla.Y situar la cantera desde la que los "bastaixos" transportaban la piedra con la que se construyó para poder imaginar in situ el esfuerzo que realizaron.
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