miércoles, 21 de marzo de 2007

CRITICA DE LA RAZON CRIMINAL

Prolegómenos de la expansión napoleónica, en una Prusia marcial pero desmotivada, cuando las teorías de Fichte que tan dramáticas consecuencias tendrían en el futuro encuentran sonora acogida en detrimento de la filisofía kantiana. Ese es el contexto en que Michael Gregorio enmarca a su protagonista, un joven procurador que por orden del rey Guillermo se ve obligado a viajar hasta su ciudad natal para resolver una serie de extaños crímenes, con la inestimable ayuda del gran filósofo Inmanuel Kant. Lo mejor es la ambientación. El retrato helado no sólo de Konisberg, sino de sus habitantes y lo imbricado del mal en todas las capas sociales están muy bien descritos. Sin embargo yo creo que el protagonista no tiene suficiente fuerza. Creo que le pasa lo mismo que a Harry Potter: que se lo dan todo hecho y apenas necesita de su ingenio. Es más, con frecuencia resulta sencillo adelantarse al protagonista. En cualquier caso, me pareció entretenida, aunque ya digo que lo mejor es la descripción de la época. Y desde luego Kant era bastante más inteligente de lo que aquí se plantea. Hay un pequeño libro suyo que me gusta particularmente: 'Sobre la paz perpetua'. A más de un político le convendría leerlo. Y si alguno está interesado en la relevancia o no de la Unión Europea, aunque sea siglos anterior a su formación, éste libro aclarará muchas dudas.

LIBRO: GREGORIO, Michael, 'Crítica de la razón criminal', Salamandra, Barcelona, 2006.

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