lunes, 30 de julio de 2007

EL HOMBRE QUE ERA JUEVES

Autor: G.K.CHESTERTON
Editorial: ALIANZA EDITORIAL

En ocasiones, leer a autores clásicos, como Chesterton, produce una sensación agradable de regreso a una época y a una sociedad donde los códigos de honor, la palabra dada son respetadas entre caballeros por encima de intereses personales y colectivos. Si a eso le añadimos una pequeña porción de ese sutil y fino humor inglés del que no adolece Chesterton (sobre todo en sus relatos policíacos del Padre Brown que me retrotraen a una juventud ya lejana), nos encontramos con esta novela, "El hombre que era jueves", una de las más conocidas del que fue considerado gran maestro de la paradoja.
La novela es una alegoría sobre el mal, sobre el libre albedrío, sobre la anarquía. Una anarquía del pensamiento (él era un hombre aferrado a Dios) donde el filósofo moderno, carente de leyes según Chesterton, es el criminal más peligroso porque ejerce una conspiración que amenaza la existencia de la civilización promoviendo el fanatismo y el crimen intelectual.
Gabriel Syme es reclutado para el nuevo cuerpo de detectives organizado para el aniquilamiento de esa gran conspiración intelectual. Entabla amistad con Gregory, poeta y anarquista,y valiéndose de esa amistad, logra introducirse en una célula anarquista, dando su palabra a éste que no le denunciará a la policía. Una vez allí hace partícipe a Gregory de su gran secreto haciéndole previamente prometer que no se lo revelará a nadie: él es policía. Ahí se produce la primera gran paradoja. El policía no puede denunciar al anarquista y éste no puede desenmascarar al policía. El caso es que Gregory, que iba a ser elegido para formar parte del Consejo Anarquista Central, emite un discurso vacuo y sin fuerza, ante la presencia intimidatoria de Syme, que desaprueban sus compañeros. Syme, sin embargo, interviene ante el grupo y, ante el estupor de Gregory, eleva la voz con fuerza y resueltamente, proclamando ser enemigo de la sociedad, por ser ésta la despiadada enemiga de la Humanidad y se erige no como hombre sino como causa consagrada a la anarquía. Entre grandes vítores y aplausos Syme es elegido como representante del Consejo Anarquista Central, el cual está formado por siete miembros, cada uno de los cuales adopta el nombre de un día de la semana. Su presidente es Domingo. El será Jueves.
A partir de este punto va desarrollándose la acción con la preparación de un sabotaje terrorista y se producirá la segunda gran paradoja según vayamos conociendo la personalidad de cada uno de los componentes del Consejo.

1 comentario:

Kurro dijo...

Leí este libro hará un par de años. Unas amigas hicieron una especie de adpatación, bastante libre, y lo convirtieron en un cabaret francamente divertido. Lo cierto es que me gustó mucho. El libro, digo. ¿Sabías que era el escritor favorito de Savater?